Hellfest X Edición

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julio 13, 2015 por Concerteca

Junio ya es sinónimo de Francia. Por tercer año consecutivo repetíamos recorrido (Porto- Bordeaux- Clisson) para disfrutar del Hellfest, un festival que es mucho más que un festival y que en su décima edición incluía a Alice Cooper, Korn, Judas Priest, Motörhead o los reincidentes ZZTop, a quiénes habíamos visto el año anterior.

Una vez más la organización se había superado: mejores accesos a la zona de conciertos, una calle principal con un particular paseo de la fama hecha con los carteles de los últimos años de festival y sobre todo el césped en lugar de la polvorienta tierra. Todo para acoger a más de 150.000 festivaliers llegados de todo el mundo a esta pequeña localidad francesa.

Habíamos ido viendo fotos del recinto los meses anteriores, pero aún así al llegar no dejábamos de mirar para todas partes. Echamos de menos el pajarraco quemado semanas antes por fieles cristianos, probamos la tarjeta cashless que puntualmente habíamos recibido una semana antes en casa y sufrimos el calor y las largas esperas para comprar en el Merch. El primer día aquéllo ya estaba imposible pero aguantamos más de una hora para hacernos con nuestras sudaderas del festival.

Sin duda, el poder acceder a la zona vip hizo que los cuatro días de festival fuesen mucho más llevaderos. Menos espera en los baños, fácil acceso a la barra en el bar, wifi algo escaso en la sala de prensa y una zona exterior donde tanto podías comerte un bocata dentro de un helicóptero como unas tomarte unas cervezas en un desvencijado automóvil. Además de ver pasar a algunos de los artistas, camuflados totalmente entre las curiosas pintas del personal.

 

Hecho el reconocimento del recinto, volvimos al camping sin tener que subir aquéllas málditas escaleras del año anterior. Sólo se veían miles de quechuas de colores, banderas de distintos países se mezclaban con las de piratas, vozarronas pidiendo aperó , jovencísimos adolescentes y señores del metal con largas melenas. Animales de peluche ofreciendo abrazos, vikingos bebiendo de interminables cuernos-vaso, adolescentes lánguidas vestidas para la ocasión, padres con niños en hombros y voluntarios ofreciendo bolsas para el reciclaje se mezclaban en un ambiente de total cordialidad y buen rollo.

Empezaba el Hellfest 2015. Mucho más que un festival.